EFRAÍN:Ya ves Enrique,hicimos que el abuelo se enoje con nosotros, no nos dara de comer hoy,nos moriremos de hambre.
ESCENA
4
NARRADOR: Así van transcurriendo los días de estos niños, la
persona interesada en comprar a Pascual, es un hombre gordo de muy mal aspecto,
todos lo conocen simplemente como el carnicero.
VENDEDOR: Muy bien, muy bien, ya hay tres menos en la lista, esta
semana me ha ido muy bien, debo revisar muy bien cada una de las casas no se me
vaya a olvidar alguna y el negocio se me echa a perder. ¡VAYA VAYA! , se me
olvidaba una, la casa de Don Santos creo que iré la próxima semana, (riendo)
ese viejo es como el diablo, no tiene piedad ni con su propia familia.
En el malecón los niños buscan
desperdicios para Pascual.
ENRIQUE: ¿Que encontraste Efraín?
EFRAÍN: No mucho, solo algunas
verduras a medio podrir, ¿qué encontraste tú?
ENRIQUE: Los perros dejaron rastro
de comida por aquí, tal vez llene los cubos.
EFRAÍN: El abuelo estará muy feliz hoy,
creo que el hombre extraño que iba a comprar a Pascual iba a venir por esto días.
De regreso a casa se encuentran al
comprador de Pascual con las manos manchadas de sangre.
VENDEDOR: Dentro de 20 o 30 días vendré por acá, para esta fecha
creo que podrá estar a punto.
DON SANTOS: Muy bien, supongo que
la paga será buena, mi querido Pascual está muy bien alimentado.
VENDEDOR: Claro que si, por eso no
debe preocuparse, si me venden un buen cerdo recibirán también un buen dinero.
DON SANTOS: ¿Y ustedes que hacen
escuchando ahí ?espero que se hayan esforzado, ya saben que Pascual debe
engordar más para dentro de un mes, no deben dormirse en sus laureles, tienen
mucho trabajo. ¡Bravo!, tendremos que repetir dos o tres veces por semana.
NARRADOR: Así pasaron los días, los
niños iban al malecón dos a tres veces por semana, ya eran parte de la fauna
que allí yacía, los gallinazos y los perros buscaban entre la basura y dejaban
ver ciertos desperdicios que eran aprovechados por los niños.
ESCENA
5
EFRAÍN: ¡Ha!
ENRIQUE: ¿Qué sucede?
EFRAÍN: ¡Me he cortado con un
vidrio!
ENRIQUE: Está muy profundo, vámonos a casa antes de que los perros huelan la
sangre.
EFRAÍN: ¡Me duele mucho!
Llegan a casa, Efraín se apoya en
el hombro de Enrique.
DON SANTOS: ¡Qué hacen aquí!, ¡vuelvan
o les juro que esta vez no tendré piedad en la zurra que les voy a dar!
ENRIQUE: No abuelo, por favor déjalo
descansar se ha cortado la pierna con un vidrio y le duele mucho.
DON SANTOS:(Acercándose a Efraín
para analizar la herida) ¡Esas son patrañas! Que se lave el pie en la acequia y
que se envuelva con un trapo.
ENRIQUE: ¡Pero si le duele!
DON SANTOS: ¿Y a mí? ¿Acaso no me
duele la pierna? Yo tengo 70 años y aún trabajo¡ Hay que dejarse de mañas!
ENRIQUE: Por favor abuelo, déjalo
que descanse, yo trabajare el doble por él.
DON SANTOS: Muy bien. Trabajarás
por tu hermano, pero la ración será la misma o te cae una buena zurra, ¿Entendido?
ENRIQUE: Si abuelo (Toma las
cubetas y sale de la escena)
NARRADOR: Al día siguiente Enrique
regresa con un extraño acompañante.
EFRAÍN: Lo encontré en el muladar.
DON SANTOS: ¡Una boca más en el corralón!
ENRIQUE: No abuelo, no le hagas nada,
tiene una buena nariz y sirve para encontrar comida para Pascual.
Don Santos meditando mira al cielo
y sale de la escena con las cubetas.
ENRIQUE: Mira Efraín te traje un
amigo para que no te sientas tan solo.
EFRAÍN: Tú te llamaras Pedro ¿Y el
abuelo?
ENRIQUE:(Encogiendo los hombros) El
abuelo no dice nada.
NARRADOR: El ambiente en la casa es
tenso y se percibe cierta preocupación, al día siguiente Enrique amanece
enfermo.
DON SANTOS: No es posible, ¿Ahora tú?
Yo mismo me encargare de esto (sale con las cubetas de la escena y luego
regresa de mal humor)
EFRAÍN: ¿Qué pasó abuelo?
DON SANTOS: ¿Qué esperaban, la
pierna de palo no me deja caminar?
NARRADOR: Pasaron los días muy angustiosos,
Pascual no dejaba de gruñir, su hambre cada vez aumentaba más y no podía
trabajar.
DON SANTOS: ¡Arriba, arriba!
(golpeando a los niños) ¡A levantarse haraganes!¿Hasta cuándo vamos a estar así?
ENRIQUE: Abuelo, yo iré pero no le
hagas nada a Efraín, su pie está demasiado hinchado.
DON SANTOS: Lleva todas las cubetas
quiero que estén llenas cuando vuelvas.
Enrique sale de la escena.
NARRADOR: Efraín sale a buscar comida
para Pascual, pero el hambre del animal y la falta de bondad de Don Santos los obligan a hacer un acto deshumanizado.
ENRIQUE: Efraín, ¿Dónde está Pedro?
EFRAÍN:(Llorando) Pedro ha mordido
al abuelo y él se lo llevó ¡Se lo llevo Efraín!
ENRIQUE:(Asustado) ¡Abuelo, abuelo ¡¿Dónde
está Pedro?
Don Santos permanece inmóvil
mirando al cerdo con cierta satisfacción.
ENRIQUE ¡No! ¿Por qué? Porque lo
has hecho abuelo (enojado) ¡cobarde! ¡Voltea, voltea!
Enrique golpea al abuelo y este cae
hacia el corralón.
DON SANTOS: ¡A mí, Enrique, a mí!
ENRIQUE: ¡Pronto Efraín pronto!, ¡El
viejo se ha caído, es nuestra oportunidad para huir!
EFRAÍN: ¿A dónde?
ENRIQUE: ¡A donde sea, al muladar,
dónde podamos comer algo, donde los gallinazos!
EFRAÍN: ¡No me puedo parar!
ENRIQUE: Yo te ayudo, vámonos.
En la calle se encuentran al policía
POLICÍA: ¿A dónde van niños?
EFRAÍN: Donde sea, nos vamos de aquí
(se alejan)
POLICÍA: A veces la justicia tarda,
pero llega.
NARRADOR: Los niños se fueron
buscando un mejor destino y desde el chiquero llegaba el rumor de una batalla.